19/03/2007 | ANTE LA ROYA, CON LA GUARDIA ALTA
La roya es una de las enfermedades más dañiñas que pueden afectar a la soja y todavía no existe una variedad que la resista geneticamente. En esta cosecha, su presencia ya fue confirmada oficialmente en varios provincias, comenzando desde el norte del territorio de la Argentina y bajando hacia el sur.
Ante esta situación, técnicos del INTA Santa Fe destacaron que estos focos llegan en un momento en el que todavía hay tiempo para actuar correctamente, evaluando cada situación y sin tener que tomar decisiones apresuradas.
"La irrupción temprana de la roya de la soja nos encuentra con conocimientos adquiridos a lo largo de las últimas tres campañas y con posibilidades de hacer las cosas bien", explicaron.
Para esta enfermedad, recordaron los expertos del INTA, "la herramienta clave es el manejo y el control con fungicidas a partir de la detección temprana".
Aquí, algunas recomendaciones de estos especialistas para que los productores puedan actuar a tiempo y evitar severas pérdidas en los cultivos:
- Informarse. Los reportes semanales de fuentes como el Sinavimo, la Red Provincial de Roya y la Red de Información de Interés Agronómico (RiiA, de la Universidad del Litoral), ayudan a mantenerse al tanto de la aparición de la enfermedad en su región.
- Trabajar con profesionales. Para la identificación temprana de la enfermedad es necesaria la actuación de personal entrenado y el uso de equipamiento adecuado. También hay que asesorarse sobre el fungicida que debe utilizarse -no todos tienen la misma eficacia de acción-.
- Hacer aplicaciones preventivas sólo si se declara foco de roya en su región o no pueden realizarse diagnósticos precisos en el lote. Además, los lotes deben estar en estado de susceptibilidad (R 3-5 y nunca antes de R1 o en R7). Los tratamientos demasiado tempranos pueden determinar la necesidad de otra aplicación y si son muy tardíos no traen beneficios. Es clave consultar con un especialista para saber si las condiciones climáticas son favorables para el desarrollo de la enfermedad.
- Realizar aplicaciones cuando se detecta la enfermedad en el lote tiene la ventaja de que si se manifiesta en estados fenológicos avanzados (R4-R5) es posible que alcance con una aplicación.
- Regular los pulverizadores. Para lograr un control efectivo con cualquiera de las estrategias de prevención, hay que contar con pulverizadores bien calibrados y realizar aplicaciones con altos caudales de agua y de alto impacto (30-60 gotas/cm2) que aseguren un adecuado mojado foliar. Hay que llegar especialmente a las hojas inferiores, donde se localizan la mayor cantidad de urediniosoros. Es importante evitar la deriva y evaporación de gotas.
- Controlar la aplicación. Mirar para otro lado puede salir caro. Hay que exigir lo que se paga.
- Evaluar la inversión. Hay que analizar la variación de los costos por la aplicación de fungicidas. En los lotes de baja productividad o con alto riesgo de poseerla (sobre todo si son alquilados) los márgenes pueden ser negativos.
Fuente: Clarin